miércoles, 5 de agosto de 2015

LA IMPORTANCIA RELATIVA DEL MONTO DE LA DEUDA SOBERANA

Últimamente se está especulando mucho con el tamaño de la deuda soberana española, y sobre todo con su crecimiento en los últimos años hasta alcanzar casi un 100% del PIB.

Hace ya algún tiempo, el autor publicó otro artículo en este blog en el que argumentaba que comparar la deuda con el tamaño del PIB de un país era menos coherente que compararla con el total de su presupuesto soberano anual, que es donde estaba el origen de los fondos para atender y amortizar dicha deuda. Dejando de lado ese debate por reiterativo, en esta ocasión vamos a fijarnos exclusivamente en el propio tamaño de la deuda, sin tener en cuenta qué cantidad ponemos en el denominador del ratio.

En un reciente artículo en la revista TIME, se comparaban los casos de Grecia (deuda soberana del 173% sobre PIB) con el de Japón (deuda soberana del 246% sobre PIB). Es sorprendente que, sin embargo, el bono a 10 años de Japón remunera al 0,4%, y sin embargo el correspondiente bono griego debe remunerar al 11% (27,5 veces más). 

Si nos fijásemos únicamente en el porcentaje sobre PIB del montante debido, la remuneración del que compra la deuda debería ser mayor para la deuda japonesa que para la griega, y sin embargo ocurre exactamente al revés (y de forma muy significativa además).

Se podría aducir que en el caso de Japón la inmensa mayoría de esa deuda soberana (más del 90%) es propiedad de personas físicas y jurídicas japonesas precisamente, con lo que todo queda en casa, y la remuneración del bono a 10 años viene determinada por una "cocina interna" entre japoneses.  El caso griego es justamente el opuesto, ya que la gran mayoría de su deuda soberana está detentada por extranjeros.

No obstante, el artículo de TIME hace observar que para el año 2014, el World Justice Project colocó a Japón en el puesto 12 (entre Canadá y el Reino Unido) respecto a la observancia interna de las leyes, mientras que Grecia se situaba en el puesto 32 (entre Georgia y Rumanía). En el mismo estudio, Japón se situaba en el puesto 11 respecto a la ausencia de corrupción, y Grecia estaba en el puesto 34. Grecia se colocaba en el lugar 49 en cuanto a orden y seguridad, mientras que Japón era el primero de la lista.

En resumen, parecería a la luz de estos datos que la causa de la baja remuneración que los tomadores de deuda le piden al bono japonés a 10 años viene dado más por su ambiente de orden, imperio de la ley y seriedad interiores, que por el monto total de su deuda.

Convendría una reflexión para aplicar estos datos al caso español: Es menos importante (si queremos pagar menos por lo que nos prestan del exterior) que el monto de nuestra deuda alcance el 98% del PIB (aunque el gobierno asegura que el próximo año se reducirá en cierta medida), que el contexto global del país en cuanto a seguridad jurídica, previsibilidad política y tranquilidad institucional. Esto último es lo que parecen apreciar quienes tienen que poner el dinero, mucho más (si juzgamos por los datos expuestos más arriba) que el monto total de la propia deuda.

Y no hay que olvidar que para poder devolver nuestra deuda, y si queremos ser tratados como un país serio, la variable esencial es cuánto debemos estar pagando por ella.